



Slowfood aboga por la alimentación racional y consecuente. Por el respeto a todo lo que tenga que ver con ese hecho ineludible del ser humano: nutrirse pero siempre por medio de un consumo razonable y sostenible. En imágenes se puede expresar de mil maneras. A mí estas me sugieren quietud y sosiego. Tal vez dos de las miles de sensaciones que se pueden percibir, si se piensa bien en esta filosofía de la alimentación pausada.
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