Recibí una llamada de José Vicente Flores, un buen amigo implicado, al igual que toda su familia, con la distribución y venta de productos de alta calidad. Si algo es bueno estará en sus estantes. Para la nueva tienda gourmet de la calle San Pablo, una preciosidad, me encargan unas fotografías que tengan que ver con sus productos y decidimos que se salgan un poco de lo común. En algunos casos son imágenes más arriesgadas, en otros más convencionales. Presento un bodegón sencillo, una cala y la soga de trabar los jamones, un conjunto de latas vacías de entre las que destaca una con filetes de melva dorada, el escanciador en el momento justo de la caída de una gota de tinto y su consecuencia y unas lonchas de ibérico (¡¡Cómo olía el estudio!!) dispuestas como si del Guggennheim se tratara. La nueva tienda de Federico Flores, qué impecable trayectoria le de esta firma, inaugura la semana próxima y tiene un espacio reservado para consumir lo que se desee, como una "gastrozona". Eso ha sido un gran acierto. Espero que las fotografías cumplan su fin: decorar y sugerir.
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