Siguiendo con el recorrido por ése sitio tan atractivo en el que se ha convertido el Mercado de Heliópolis, escribo hoy sobre el segundo establecimiento de los tres ubicados en este espacio: "Badacablá".
Este es un negocio en plan abacería, que ofrece sólo productos seleccionados con buen criterio y de un calidad intachable. Latas, conservas y ahumados, salazones y chacinas se exponen en su vitrina y se anuncian en dos pizarrillas, junto con alguna oferta del día. Sorprenden sus insultantemente grandes mejillones en escabeche, sus impecables lomos de sardinas aliñadas o el jugoso solomillo de atún de almadraba, que rematan con una cucharada de cebolla caramelizada, un dulce-salado casamiento que resulta delicioso. Todo rico, rico.
Para el apartado de platillos calientes, un poco de cuchareo, se puede abrir una latilla de fabada asturiana, de las mejores que he probado nunca, con su compango y todo. Plato contundente y energético, ideal para entrar en calor con estos fríos. Este sistema de abacería se complementa a la perfección con una bodega bien pensada, sin complicaciones y que marida correctamente con el condumio propuesto. Buenos blancos y tintos, a precios supercompetitivos y que no disparan la factura al final, botellines de cerveza en su punto justo de frío y ganas de agradar del personal que atiende, te hacen pasar un rato de lo más distendido estupendo para olvidar la rutina. El éxito de este puesto cuyo nombre parece más un trabalenguas, es sin duda la calidad. Y es que en cuestión de productos sean de la gama que sean, si la calidad es alta, como en este caso, la satisfacción está más que garantizada. "Badacablá" está regentado por dos mujeres encantadoras: Sara Flores y Ana Arévalo que lo dirigen a la perfección y con las ideas muy claras. La parte canalla del bar la pone una prolongación del mismo, que sirve copas largas a partir de la tarde, cosa que consigue ofrecer un paquete completo a la hora de la diversión: Comer, tapear, alternar con buenos amigos, reir y disfrutar de una copa en condiciones sin tener que salir de excursión.
Para definir un sitio tan guapo y tan recomendable…¡¡Abracadabra, "Badacablá" es la palabra!!