En 2007 conocí a Mohamed Fedal antes de su intervención en el congreso. Estaba nervioso y deambulaba por los pasillos con un papel entre las manos. Le sugerí que rompiera el hielo argumentando que la cocina de los pueblos era fiel reflejo de la religión y su influencia sobre la comida y la alimentación era evidente en los ingredientes. Lo hizo y le salió que ni bordado. Después no volvería a verlo hasta este año, aunque seguí su trayectoria en otros panoramas culinarios. Este año vino como ponente y me alegró verle de nuevo, y además aún recordaba ése momento cuando, fuera del edificio, se leía un guión lleno de nervios y un fotógrafo se le acercó para darle un simple consejo. Este año el escenario se llenó de intensos aromas exóticos cuando Moha comenzó a cocinar. El público levantaba la barbilla, separaba la nuca del asiento, miraba al techo, se movía extasiado intentando absorber todos los olores que subían de la ponencia. Un lujo. Una experiencia. Una visión. Aconsejo que entréis en la web www.darmoha.ma, de su restaurante en Marrakech, sitio que hay que visitar. En Madrid regenta otro establecimiento al que no he tenido el gusto de ir aunque el momento se acerca. Mi amigo Mohamed Fedal se propuso actualizar la cocina marroquí, como tantos otros lo hacen en el resto del mundo, y la verdad es que lo borda, además modernizando una cocina tan arraigada en sus fundamentos, como fue la nuestra.
Muy interesante. Gracias por compartirlo!!!
ResponderEliminarGracias TeS. Este cocinero es un sencillo mago de las especias. Tenemos una sesión pendiente en Madrid. Ye verás el resultado. De momento en la web de Marrakech se ve el nivel de su trabajo. Espectacular, verdad?
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