Diego es un cocinero instruido. En este establecimiento, que empieza a despuntar en la oferta gastronómica del centro de Sevilla, cada barrio es un mundo, aplica sus conocimientos en recetas gustosas y llenas de color que no sólo atienden a la estética y se baña en las corrientes de moda, miniburguers, dulce-salado, tierra y mar, sino que ahonda en los sabores con maestría y formalidad. Este restaurante, bar y lugar de copas está situado en un paso privilegiado de la Plaza de San Francisco. Su hermana Puracepa se encuentra a pocos metros con una estilo más desenvuelto y no menos consistente. La miniburguer de atún rojo y mostaza de Dijón es muy suculenta. Los involtini acompañados de un buqué de vegetales es reconfortante y el salteado de arroz con langostinos y ali-oli muy sugerente. Buen consejo para los amantes de las guías. El salón es sencillo y se llena de luminosidad a partir del mediodía pues está rematado por un espléndido tragaluz. Albarama es auténtica luz de día en el panorama culinario sevillano.
Buenas tardes,
ResponderEliminarEn este lugar mi favorita es el bacalao con salsa de yogurt. Una exquisitez.
Tiene buenos vinos.
Saludos.
Gracias por tu comentario "metío" habrá que dar un paseo y probarlo, Ya te contaré. Un abrazo.
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