Esta publicación ha sido muy peculiar. Un precioso libro, como todos los que ha editado la asociación L´andaluz y Calidad Certificada, con un fin común: impulsar la materia prima andaluza y la marca del productor con la labor de un cocinero. Es una buena estrategia publicitaria y funciona. En mi caso Celia Giménez, cocinera de Bodegas Campos, y José Alvarez propietario de La Costa, de Almería fueron entre otros los asignados para mis reportajes.
Con José el hecho de un beso de pasión con su producto me parecía ideal. La corvina, por sí sola, tenía la expresión de un arrebato de atracción. Sus ojos entornados, boca hermética y brillo dorado eran como de noche de pasión estival. La cosa funcionó como podéis ver. José lo entendió e interpretó, en definitiva, un flechazo a primera vista. Lo que pretendíamos.
Lo de mi querida Celia fue más lírico. Mayonesa. Huevo. Aceite…Como una declaración de intenciones. ¿Quién inventó la mayonesa? Ah! Qué gran enigma. ¿La gallina o el huevo?
Mi amiga alimenta de sabor con una aceituna a un huevo prisionero de su verdugo, que a la vez liberará todas sus cualidades culinarias. Es como una paradoja que nos enseña cómo una pescadilla se muerde la cola antes de ser frita. Ambos reportajes me encantan. Son sencillos y complejos. Son sabrosos de por sí.
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