Los que hayan vivido en el barrio de Arenal de Sevilla coincidirán conmigo en que había dos olores que lo inundaban todo llegadas ciertas fechas. El olor a matalaúva, propio de Primavera, que procedía del Horno de San Buenaventura y se extendía por la Calle Carlos Cañal hasta Zaragoza y Santaspatronas y que anunciaba la llegada de la Semana Santa y el inconfundible aroma a obrador de la pastelería Los Angeles que estaba en la calle Valdés Leal y que anunciaba la Navidad.
Inconfundibles: pestiños, polvorones y mantecados…Pues bien, ayer me entero que Manuel Solís, el maestro pastelero, como a él le gusta que le llamen, de Restaurante Alcuza trabajó en ese mismo obrador durante más de 25 años. Ahí es nada!!.
Llegadas estas fechas podemos comprar sus dulces en cajitas ideales para regalo y descubrir de nuevo los sabores auténticos que siempre quedan grabados justo encima del paladar y casi entre los dos ojos cerrados. Manuel es un tío cálido, fantástico por su sencillez. Enorme por su pausada forma de ver las cosas y magistral por su forma de concebir su trabajo. Probé en una ocasión su postre "Merienda Andaluza" de la carta de Alcuza y se dispararon las sensaciones. Un helado de café con leche acompañado de una pequeña tortita de aceite al estilo de nuestra Castilleja de la Cuesta y casi me da un pasmo. Sutil, sencillo, espléndido…aah! qué emoción. Veía a toda mi familia, de pequeños en la mesa de camilla, tapados con la ropa, con cisco en el brasero y oliendo a café recién hecho, desenvolviendo el papel encerado y buscando con avidez los pedacitos más tostados y brillantes de la torta de aceite, y el aroma, de nuevo, en la calle a alhucema. Recuerdos que ayer comentaba con él.
Manolo me dice que cada vez cuesta más hacer las cosas como antes. El mismo papel de estraza, necesario para el reposo de los dulces, es difícil de conseguir. Ayer la cocina de Alcuza parecía un desfile, ya han abierto la veda de Navidad. Merece la pena probar lo que Manuel y su sabiduría prepara. Es como reinventar lo tradicional porque todas las cosas han cambiado, menos cuando alguien las hace como se hicieron originalmente. Eso cuesta dinero, esfuerzo y tiempo. Eso para mi es reinventar, recrear lo que fue, hacer lo que hay que hacer, sólo pensando que están hechas como dios manda. …No os parece?
a ver quien me lo discute.
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