He realizado, hace poco, otro reportaje en Tribeca, este restaurante de Sevilla que debería estar en todas las guias y referencias gastronómicas de la ciudad por derecho propio. Pedro y Eduardo ya han estado en este blog anteriormente y me avisaron para hacer lo que yo llamo un reportaje-express. Lo cierto es que es fantástico trabajar con ellos. Son imprevisibles en todo y los platos que inmortalizamos tenían el indudable sello de la casa: Magnífico producto, perfecta elaboración y sugerente estética.
De primero una pera estofada, rellena de foiegras sobre un pan de miel, síntesis y esencia de la trayectoria de la casa. Esturión ahumado con vegetales de temporada y su gelatina, de explosivo color y un sorprendente gusto a carbón, fruto del ahumado de la carne del pez. Lomo de buey a la plancha con escalopa de foie, y aquí hay que hacer una salvedad, éste no es foie micuit, ése derivado del pato/oca al que muchos denominan erróneamente "foie", es un fabuloso taco de higado fresco a la plancha con un pellizco justo de sal y punto de cocción preciso. Un lujazo que demuestra lo de siempre: respeto al producto, sinceridad y como consecuencia respeto al bolsillo del cliente que jamás saldrá defraudado. Los chipirones a la plancha, rellenos, concluyeron la sesión que finalizó con fotos de típicos detalles de sala y algún que otro retrato. Como debe ser.
Recientemente han abierto su terraza, con cinco mesitas muy agradable, estratégicamente orientada donde disfrutar con los platos, las raciones y alguna que otra tapa. Tribeca siempre será un valor seguro. en Chaves Nogales, junto a la Buhaira.
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