El Lumbreras Tapas, antiguamente un bar de los de toda la vida, con serrín incluido, en el que triunfaban los chicharrones y las tapas de siempre, se nos presenta como una visita imprescindible en la ruta de tapeo que ha ido surgiendo en poco tiempo en la irreconocible Alameda de Hércules. Bar pequeño, cómodo, bien distribuido y mejor dirigido por Juan Contreras, mano derecha de Javier González que se sustenta en la cocina con el binomio Jose y Santi, dos buenos cocineros de la nueva escuela, que afinan excelentemente con lo que su carta ofrece. Sus tapas siguen la corriente actual: generosas, coloristas y atractivas y elaboradas con materia prima de primera haciendo honor a la máxima de la alta cocina española " sin un buen producto es imposible hacer buena cocina".
Como estandarte de este postulado la pechuga de pollo de corral, auténtica!! muestra su procedencia en ese regusto a grasilla salvaje propia de la cría en el campo y está acompañada de una mousse de cabrales y remolacha confitada. La carrillada de buey al PX, cremosidad exquisita, se acompaña de unas patatas rústicas. No falta el imprescindible arroz cremoso, risotto, con setas y magret de pato y el refinamiento lo aporta un tataki de atún con apio y manzana verde de punto justo de plancha. El apartado de trasiego lo protagoniza la cerveza, de tirador de primera, al igual que sus botellas premium. Carta de vinos bien estructurada para consumir por copas y el infalible sistema de congelación de copas para unos gintónics inolvidables.
En la calle Santa Clara, al final de la calle Lumbreras a la izquierda, zona de la Alameda, nuevo sitio de tapeo para los amantes de las cosas bien hechas, y es que cerca de un buen bar, nada mejor que otro buen bar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario